Bien es sabido que en los países empobrecidos se acusa la discriminación por motivo de género aún más que en nuestra cultura occidental. El papel que la mujer juega en la sociedad de Nicaragua es vital de necesidad, siendo la piedra angular sobre la que gira la casa y la familia. En Nicaragua existen 600.000 mujeres jóvenes, de las cuales la mitad habita en el sector rural y recibe pocos beneficios por residir en zonas lejanas e inaccesibles, impidiendo su desarrollo en los ámbitos económico, político, social, educativo y sanitario.
Una pieza clave para conseguir el desarrollo de Nicaragua son, sin lugar a dudas, sus mujeres. La pobreza les afecta más duramente, pues sus ingresos son un 37 por ciento inferiores al de los hombres. No obstante, todas las experiencias apuntan a que deben ser ellas las beneficiarias de los proyectos de desarrollo económico en los ámbitos de la agricultura, la ganadería o la artesanía, aportándoles medios materiales o facilitándoles microcréditos, junto con la formación necesaria para desarrollar convenientemente la actividad.
Las iniciativas de apoyo a las mujeres en Nicaragua les están asegurando una mayor dignidad social y económica, pero también están contribuyendo a cambiar el futuro de la región.
Otro de los principales temas a abordar con las adolescentes es la educación sexual, ya que actualmente existen una gran cantidad de madres solteras, sobre todo en la Costa Atlántica. Las causas que están originando esta situación se deben a muchos factores, entre ellos, el poco acceso a información sobre el tema y la falta de recursos económicos para obtener los diferentes métodos de planificación familiar.
